domingo, 7 de septiembre de 2008

EL LADO OSCURO DE LA ENERGIA NUCLEAR

Hoy en día cientos de barcos cargados con sustancias toxicas o radioactivas surcan los mares, formando una peligrosa red ke amenaza la salud planetaria.

Cuando empezó, en 1955, la generación de electricidad mediante reactores nucleares parecía la solución al problema energético mundial. En la actualidad hay mas de quinientas centrales nucleares en actividad y casi doscientos cincuenta en proyecto. Aun sin mencionar desastres como el de Chernobyl (1986), los riesgos de este tipo de generación eléctrica son bastante evidentes. Algunos países eligen sepultar los restos de su industria nuclear en las fosas profundísimas. Hasta 1983, Gran Bretaña, Bélgica, los países bajos y Suiza los arrojaban al mar.
Si bien esta practica fue prohibida por una disposición internacional, el problema subsiste y se agrava: en los próximos diez años, los países lideres en energía nuclear producirán cerca de treinta mil metros cúbicos de desechos altamente radioactivos. Y hay muy pocos lugares seguros donde guardarlos.
En un reactor de fisión nuclear, una parte del uranio se transmuta a plutonio. De los desechos de estos reactores se pueden extraer plutonio para ser utilizado en otros reactores. Francia, Gran Bretaña, Rusia cuentan con plantas para esta purificación del plutonio. En general, reciclan el combustible de sus propias centrales nucleares, pero a veces compran los desechos de otros países. Pero los países que no poseen plantas que realicen este trabajo mandan el plutonio hacia los países que si la tengan por vía marítima. Este es el origen del trafico de elementos radioactivos. El único antecedente de este tipo de embarque es uno de casi doscientos kilogramos de plutonio. Las consecuencias de que se libere aunque sea una parte del plutonio del cargamento en las aguas son impredecibles, pero se puede pensar en un desastre de una magnitud varias veces superior al de Chernobyl. El problema se extendería rápidamente a todos los océanos: el plutonio tiene una vida media de veinticinco mil años y durante quinientos mil años sigue siendo radioactivo.
Los contenedores pueden soportar una temperatura de ochocientos grados centígrados durante media hora y una hora de inmersión a doscientos metros. Pero según Greenpeace, los fuegos a bordo arden mas de veinte horas como promedio y pueden alcanzar los mil setecientos grados. Además los contenedores donde viajara el plutonio son demasiado pesados como para intentar un salvataje en caso de un accidente en alta mar.

El trafico de sustancias radioactivas no es la única amenaza. Las industrias del primer mundo producen anualmente 5 millones de toneladas de desechos peligrosos. Las legislaciones de estos países son muy estrictas con respecto al tratamiento de estos subproductos tóxicos, pero permiten su exportación a países mas pobres que, en el mejor de los casos, los aceptan por dinero. Pero muchas veces no pueden evitar que los barcos vacíen sus bodegas silenciosamente en sus costas. La lista de los venenos embarcados es aterradora: arsénico, fosgeno (usado como arma química), isocianato metilico (el gas letal liberado en el accidente de Bhopal, en la India). Este comercio de veneno es uno de los negocios mas lucrativo, mas aun que el trafico de drogas o de armas. Y cuenta con un beneficio adicional: es una actividad perfectamente legal.
Aun la regulación mas estricta no va a evitar que siga el deposito de sustancias toxicas en los países subdesarrollados: siempre hay alguna playa olvidada en donde dejar el cargamento toxico que nadie quiere. Los beneficios son demasiado tentadores. Pero los defensores del ambiente poco pueden hacer mas allá de dar a conocer estos hechos vergonzosos, los países desarrollados siguen pensando que no van a ser afectados por su propia basura si la dejan en el patio de su vecino pobre. Pero se equivocan: el mundo es uno solo y tarde o temprano las consecuencias serán globales. Para el Tercer Mundo, sin embargo, el desastre es hoy: a pesar de que algunos gobiernos creen que la alternativa es contaminación o pobreza, la opción parece seguir siendo una sola: contaminación Y pobreza.

“Ningún gobierno tiene el derecho de hipotecar el destino de las futuras generaciones, no importa las ventajas económicas que se les ofrezcan.”

EL BASURERO ERRANTE

Algunas naves cargadas con desechos industriales tóxicos descubren que no se les permite la entrada al puerto de descarga pactado y, con su veneno a cuestas, comienzan un peregrinaje hasta conseguir un país que lo acepte, o hasta descargarlo ilegalmente en alguna playa desierta.
Quizás uno de los casos mas extremos sea el del Kian Sea, un barco cargado con cenizas de incinerador de los Estados Unidos que paso dos años por el Caribe, el Mediterráneo y el Océano Indico buscando un lugar donde dejar sus contenedores: en 1987vacio parte en una playa de Haití. En Yugoslavia, en 1988, cambio de nombre y de aspecto. Fue visto por ultima vez, a fines de ese mismo año, cerca de las costas de Sri Lanka.

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